... Sólo se les impone una condición: la de que respeten los principios del derecho natural, observen la doctrina social que la Iglesia enseña y obedezcan las directrices de las autoridades eclesiásticas. Esta es la razón por la que la Iglesia no puede expresarla mediante categorías sociológicas e ideológicas reductivas, que harían de esta preferencia una opción partidista y de naturaleza conflictiva. Traduzioni in contesto per "subsidiariedad con" in spagnolo-italiano da Reverso Context: con el principio de subsidiariedad [113] Cf. Al anunciar y preparar esta nueva era, los Profetas denuncian con vigor las injusticias contra los pobres; se hacen portavoces de Dios en favor de ellos. La libertad no es la libertad de hacer cualquier cosa, sino que es libertad para el Bien, en el cual solamente reside la Felicidad. Pero para que estos lazos sean posibles, cada uno personalmente debe ser auténtico. No han de condenarse todos los aspectos coercitivos de la ley, ni la estabilidad de un Estado de derecho digno de este nombre. Esta tarea forma parte de la vocación de los laicos que actúan por propia iniciativa con sus conciudadanos[120]. Juan Pablo II, Encíclica Redemptor hominis, n. 15: AAS 71, 1979, 286. Sin embargo, dependen siempre de la responsabilidad del hombre, que puede modificarlas, y no de un pretendido determinismo de la historia. Las desigualdades inicuas y las opresiones de todo tipo que afectan hoy a millones de hombres y mujeres están en abierta contradicción con el Evangelio de Cristo y no pueden dejar tranquila la conciencia de ningún cristiano. Sin embargo, por su libertad, el hombre continúa siendo dueño de su actividad. [25] Cf. Tales acuerdos deben respetar el derecho de los inmigrantes y de sus familias[129]. Debía poner fin al dominio del hombre sobre el hombre y promover la igualdad y fraternidad de todos los hombres. [90] Cf. Pero quienes desacreditan la vía de las reformas en provecho del mito de la revolución, no solamente alimentan la ilusión de que la abolición de una situación inicua es suficiente por si misma para crear una sociedad más humana, sino que incluso favorecen la llegada al poder de regímenes totalitarios[117]. Remember me on this computer. principio de subsidiariedad. Academia.edu is a platform for academics to share research papers. Pablo VI, Exhortación Apostólica Marialis cultus, n. 37: AAS 66, 1974, 148-149. Dependiendo totalmente de Dios y plenamente orientada hacia Él por el empuje de su fe, María, al lado de su Hijo, es la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del cosmos. En tiempos modernos, ha habido una mayor concienciación de la interdependencia entre los individuos y los pueblos. De Cristo redentor arrancan su pensamiento y su acción cuando, ante los dramas que desgarran al mundo, la Iglesia reflexiona sobre el significado y los caminos de la liberación y de la verdadera libertad. 19. 38. 46; Act 10, 42; 2 Cor 5, 10. Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, n. 20: AAS 73, 1981, 629-632; Instrucción Libertatis nuntius, VII, 8; VIII, 5-9; XI, 11-14: AAS 76, 1984, 891-892. Existe un criterio seguro de juicio y de acción: no hay auténtica liberación cuando los derechos de la libertad no son respetados desde el principio. En el Antiguo Testamento la acción liberadora de Yavé, que sirve de modelo y punto de referencia a todas las otras, es el Éxodo de Egipto, «casa de esclavitud». Breve reseña de los principales puntos de la nueva encíclica de Benedicto XVI, "Caritas in veritate": La Caridad en la verdad, sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad . Este principio enseña que las decisiones en la sociedad deben dejarse al nivel más bajo posible, es decir al nivel más cercano de las personas sobre las que incide la decisión. Solamente un proceso acabado de liberación puede crear condiciones mejores para el ejercicio efectivo de la libertad. El amor divino, que es su vida, la apremia a hacerse realmente solidaria con todo hombre que sufre. La viva percepción de los obstáculos que impiden el desarrollo de la libertad y que ofenden la dignidad humana es el origen de las grandes aspiraciones a la liberación, que atormentan al mundo actual. El Santo Padre Juan Pablo II, durante una Audiencia concedida al infrascripto Prefecto, ha aprobado esta Instrucción, acordada en reunión ordinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ha ordenado su publicación. Podemos decir que la enseñanza político-social de la Iglesia tiene tres pilares fundamentales: el principio de la dignidad humana, el principio de solidaridad, y el principio de subsidiariedad. Con este criterio se pretende reducir la acción del Estado a lo que la sociedad civil no puede alcanzar por sí misma. [109] Cf. II Sínodo Extraordinario, Relatio finalis, II, D. 4: L'Osservatore Romano, Edición en Lengua Española, 22 de diciembre de 1985, pág. Dicha opción no es exclusiva. La conciencia de la libertad y de la dignidad del hombre, junto con la afirmación de los derechos inalienables de la persona y de los pueblos, es una de las principales características de nuestro tiempo. 14. Al obedecer a la ley divina grabada en su conciencia y recibida como impulso del Espíritu Santo, el hombre ejerce el verdadero dominio de sí y realiza de este modo su vocación real de hijo de Dios. Son así conscientes de tener parte en el conocimiento más alto al que está llamada la humanidad[14]. Todos los hombres de buena voluntad están convocados a estas tareas, que se imponen de una manera apremiante a la conciencia cristiana. En relación con el movimiento moderno de liberación interior del hombre, hay que constatar que el esfuerzo con miras a liberar el pensamiento y la voluntad de sus límites ha llegado hasta considerar que la moralidad como tal constituía un límite irracional que el hombre, decidido a ser dueño de si mismo, tenía que superar. La combinación de estos tres pilares constituye la base sólida de todo el edificio político. El Compendio de la doctrina social de la Iglesia y el Catecismo de la Iglesia católica la definen como: "cuerpo doctrinal renovado, que se va … Por lo demás, en el proceso de liberación, no se puede hacer abstracción de la situación histórica de la nación, ni atentar contra la identidad cultural del pueblo. La libertad de pensamiento, como condición de búsqueda de la verdad en todos los dominios del saber humano, no significa que la razón humana debe cerrarse a la luz de la Revelación cuyo depósito ha confiado Cristo a su Iglesia. INTRODUCCIÓN. Estas exigencias deben ser respetadas; pero querer atribuirles una autonomía absoluta y requerida, no conforme a la naturaleza de las cosas, es comprometerse en una vía perniciosa para la auténtica libertad del hombre. [2] La Iglesia considera que sus obispos son los sucesores de los apóstoles de Jesús y el líder de la Iglesia, el Obispo de … La misión esencial de la Iglesia, siguiendo la de Cristo, es una misión evangelizadora y salvífica[91]. Dado en Roma, en la sede de la Congregación, el día 22 de marzo de 1986, Solemnidad de la Anunciación del Señor. [135] Cf. Doctrina Social de la Iglesia. Mediante su obediencia perfecta en la Cruz y mediante la gloria de su resurrección, el Cordero de Dios ha quitado el pecado del mundo y nos ha abierto la vía de la liberación definitiva. Dirige el transcurso de los tiempos y «renueva la faz de la tierra» (Sal 104, 30). [103] Cf. Conlleva la voluntad de escapar a la relación de dependencia del servidor respecto a su Señor, o, más aún, del hijo respecto a su Padre. Reflexiones del Teólogo de la Casa Pontificia, Wojciech Giertych O.P., acerca de las Virtudes Cardinales. Asimismo, una liberación que no tiene en cuenta la libertad personal de quienes combaten por ella está de antemano, condenada al fracaso. Nuestro actuar y trabajo siempre son iluminados por el Evangelio y por la doctrina social de … Password. Además, mediante su doctrina social, cuya aplicación urge, la Iglesia ha tratado de promover cambios estructurales en la sociedad con el fin de lograr condiciones de vida dignas de la persona humana. El principio de reserva eclesiástica le obligaba a abdicar en lugar de forzar la conversión de sus súbditos (la reserva sólo fue tolerada por los príncipes protestantes porque la Declaratio Ferdinandea les aseguró que las ciudades y haciendas ya reformadas en territorios espirituales no serían convertidas por la fuerza ni forzadas a emigrar), pero se declaró en paridad religiosa … ?os de doctrina social de la Iglesia. El acceso de todos a los bienes necesarios para una vida humana —personal y familiar— digna de este nombre, es una primera exigencia de la justicia social. Si su edad es menor a la legal establecida, puede considerarse trabajo infantil y puede ser ilegal a menos que tenga, en ciertos casos, permiso de sus padres o tutores. Las transformaciones técnicas y económicas repercuten en la organización de la vida social; no dejan de afectar en cierta medida a la vida cultural y a la misma vida religiosa. El Evangelio de Jesucristo, al revelar al hombre su cualidad de persona libre llamada a entrar en comunión con Dios, ha suscitado una toma de conciencia de las profundidades de la libertad humana hasta entonces desconocidas. Es, por tanto, en el terreno del trabajo donde ha de ser emprendida de manera prioritaria una acción liberadora en la libertad. 2. Ya antes que él, los Profetas y los Sabios de Israel veían en las desgracias del pueblo un castigo por su pecado de idolatría, y en el «corazón lleno de maldad» (Eclo 9, 3)[29]la fuente de la esclavitud radical del hombre y de las opresiones a que somete a sus semejantes. Sobre este tema, que es el centro del mensaje evangélico, el Magisterio de la Iglesia ya se ha pronunciado en numerosas ocasiones[2]. Esta es la verdad de su ser que manifiesta por contraste lo que tienen de profundamente erróneas las teorías que pretenden exaltar la libertad del hombre o su «praxis histórica», haciendo de ellas el principio absoluto de su ser y de su devenir. El hombre, arrebatando a la naturaleza sus secretos, la sometía a su servicio. Hay que procurar a toda costa que estas riquezas del sensus fidei puedan manifestarse plenamente y dar frutos en abundancia. El indiferentismo y el agnosticismo deliberado van en el mismo sentido. Según la tradición, la historia de la Iglesia católica comienza en el año 33 [1] con Jesucristo y sus enseñanzas (c. 4 a. C. - c. 30 d. C.) y la Iglesia es una continuación de la comunidad cristiana primitiva establecida por los discípulos de Jesús. Se sienten amados por Dios como todos los demás y más que todos los otros. Si el sistema de relaciones de trabajo, llevado a la práctica por los protagonistas directos —trabajadores y empleados, con el apoyo indispensable de los poderes públicos— logra instaurar una civilización del trabajo, se producirá entonces en la manera de ver de los pueblos e incluso en las bases institucionales y políticas, una revolución pacífica en profundidad. [30] Cf. Cristo, por medio de su cruz y resurrección, a realizado nuestra redención que es la liberación en su sentido más profundo, ya que ésta nos ha liberado del mal más radical, es decir, del pecado y del poder de la muerte. Por esto la Ley de la Alianza lo protege a través de unos preceptos que reflejan la actitud misma de Dios cuando liberó a Israel de la esclavitud de Egipto[41]. Instrucción Libertatis nuntius, IV, 5: AAS 76, 1984, 883. Los Apóstoles que él eligió tuvieron también que abandonarlo todo y compartir su indigencia[98]. Por una parte, la perfección técnica ha sido aplicada a perpetrar genocidios; por otra, unas minorías, practicando el terrorismo que causa la muerte de numerosos inocentes, pretenden mantener a raya naciones enteras. Se da en ello una acción común que requiere un esfuerzo concertado y constante para encontrar soluciones técnicas concretas, pero también para crear una nueva mentalidad entre los hombres de hoy. La Iglesia debe mirar hacia ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión. 3. El ateísmo, falsa emancipación de la libertad. Sin embargo, él llega a ser semejante no en la arbitrariedad de su capricho, sino en la medida en que reconoce que la verdad y el amor son a la vez el principio y el fin de su libertad. Act 2, 39; Rom 10, 12; 15, 7-12; Ef 2, 14-18. Somos el Secretariado Nacional de Pastoral Social /Cáritas Colombiana, un organismo eclesial, sin ánimo de lucro, dependiente de la Conferencia Episcopal que busca la verdad, la reconciliación, la justicia y la caridad en las relaciones y estructuras básicas de nuestra sociedad. Por la Palabra de Dios y los sacramentos, el hombre es liberado ante todo del poder del pecado y del poder del Maligno que lo oprimen, y es introducido en la comunión de amor con Dios. Dios llama al hombre a la libertad. 140. Qué es la Doctrina Social de la Iglesia y por qué existe. [16] Cf. Ante esto dice el Apóstol: «No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero» (Rom 7, 19). Sin embargo, hasta la venida gloriosa del Resucitado, el misterio de iniquidad está siempre actuando en el mundo. Las grandes y rápidas transformaciones de nuestra época le plantean un reto dramático: dominar y controlar, mediante su razón y libertad, las fuerzas que desarrolla al servicio de las verdaderas finalidades humanas. Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi, n. 48: AAS 68, 1976, 37-38. 612-616. El amor cristiano, gratuito y universal, se basa en el amor de Cristo que dio su vida por nosotros: «Que os améis los unos a los otros; como yo os he amado, así también amaos mutuamente» (Jn 13, 34-35)[73]. Serán fieles a su misión en la medida en que procuren educar a sus miembros en la integridad de la fe cristiana, mediante la escucha de la Palabra de Dios, la fidelidad a las enseñanzas del Magisterio, al orden jurídico de la Iglesia y a la vida sacramental. 16. 21. El destino universal de los bienes. 1. Document Citas 1 Citado por Relacionados. Estos deberes son de solidaridad en la ayuda a los Países en vías de desarrollo; de justicia social, mediante una revisión en términos correctos de las relaciones comerciales entre Norte y Sur y la promoción de un mundo más humano para todos, donde cada uno pueda dar y recibir, y donde el progreso de unos no sea obstáculo para el desarrollo de los otros, ni un pretexto para su servidumbre[134]. Los Códigos y la predicación de los Profetas, así como los Salmos, se refieren constantemente tanto a una como a otra, y muy a menudo a las dos a la vez[37]. Viven así en la libertad que brota de la verdad y del amor. La gestión política y económica de la sociedad no entra directamente en su misión[85]. Ella se ve prefigurada en el Pueblo de Dios de la Antigua Alianza, encarnada en el cuerpo concreto de una nación particular, política y culturalmente constituida, que estaba inserto en la trama de la historia como testigo de Yavé ante las naciones, hasta que llegara a su cumplimiento el tiempo de las preparaciones y de las figuras. De ahí surgieron poderosos movimientos de liberación de la miseria mantenida por la sociedad industrial. Del misterio del Verbo encarnado y redentor del mundo, ella saca la verdad sobre el Padre y su amor por nosotros, así como la verdad sobre el hombre y su libertad. Su visión moral en esta materia « se apoya en las tres piedras angulares fundamentales de la dignidad humana, la solidaridad y la subsidiariedad » [202] . Es cierto que el hombre está llamado a ser como Dios. De esta dignidad derivan unos derechos, y unos deberes naturales. Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, n. 6: AAS 73, 1981, 589-592. En cuanto a las normas jurídicas de la vida social y política de Israel, la Iglesia apostólica, como Reino de Dios inaugurado sobre la tierra, ha tenido conciencia de que no estaba ya sujeta a ellas. [112] Cf. Esta doctrina, al ofrecer principios y sabios consejos, no dispensa de la educación en la prudencia política, requerida para el gobierno y la gestión de las realidades humanas. Desde luego, ha habido errores de juicio o graves omisiones de los cuales los cristianos han sido responsables a través de los siglos[11].Pero estas objeciones desconocen la verdadera naturaleza de las cosas. Compete a los Pastores de la Iglesia, en comunión con el Sucesor de Pedro, discernir su autenticidad. Autor: Is 11, 1-5; Sal 72, 4. 12: L'Osservatore Romano, Edición en Lengua Española, 27 de noviembre de 1983, pág. San Pablo nos lo advierte: «Para que gocemos de libertad, Cristo nos ha hecho libres» (Gal 5, 1). "Padah" significa "adquirir para sí". [92] Cf. La primacía dada a las estructuras y la organización técnica sobre la persona y sobre la exigencia de su dignidad, es la expresión de una antropología materialista que resulta contraria a la edificación de un orden social justo[112]. Juan Pablo II, Discurso inaugural de Puebla, I, 5: AAS 71, 1979, 191. [115] Cf. Necesidad de una transformación cultural. Esta promesa, que supera todas las posibilidades humanas, afecta directamente a nuestra vida en el mundo, porque una verdadera justicia debe alcanzar a todos y debe dar respuesta a los muchos sufrimientos padecidos por todas las generaciones. Esta dimensión está llamada a encontrar su realización en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia. cit., n. 3; ib., 583-584; Alocución en Loreto, 11 de abril de 1985: AAS 77, 1985, 967-969. El principiode solidaridad. Además, sabe que es necesario un orden jurídico para el desarrollo de la vida social [66]. (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n° 384, San Pablo, Chile, 2008). En la esfera social, la libertad se manifiesta y se realiza en acciones, estructuras e instituciones, gracias a las cuales los hombres se comunican entre sí y organizan su vida en común. [118] Cf. Para ella, el pecado es desprecio de Dios (contemptus Dei). De ahí que el Estado Contemporá-neo se presenta ante los ojos del estu-dioso, del investigador, del analista, como una realidad elemental y miste-riosa. 99. La fe es inspiradora de criterios de juicio, de valores determinantes, de líneas de pensamiento y de modelos de vida, válidos para la comunidad humana en cuanto tal[141]. [1] Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la liberación (Libertatis nuntius), Introducción: AAS 76, 1984, 876-877. Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi, nn. La Iglesia —comunión que une diversidad y unidad— por su presencia en el mundo entero, asume lo que encuentra de positivo en cada cultura. La verdad del misterio de salvación actúa en el hoy de la historia para conducirla a la humanidad rescatada hacia la perfección del Reino, que da su verdadero sentido a los necesarios esfuerzos de liberación de orden económico, social y político, impidiéndoles caer en nuevas servidumbres. Juan Pablo II ha repetido esta idea en el Discurso al “Meeting para la amistad de los pueblos”, 29 de agosto de 1982: L'Osservatore Romano, Edición en Lengua Española, 5 de septiembre de 1982, pág. Hip 1502 – Rafaela – Santa Fe – República Argentina Te: 03492-432832-433408-perspectiva histórica. Apartándose de este fundamento, el hombre, pretendiendo ser como Dios, cae en la mentira y, en lugar de realizarse, se destruye. Los derechos del hombre y «las libertades». Puesto que el bien común de la sociedad humana está al servicio de las personas, los medios de acción deben estar en conformidad con la dignidad del hombre y favorecer la educación de la libertad. Él, que siendo Dios se hizo en todo semejante a nosotros, se dedicó durante la mayor parte de su vida terrestre a un trabajo manual[123].La cultura que nuestra época espera estará caracterizada por el pleno reconocimiento de la dignidad del trabajo humano, el cual se presenta en toda su nobleza y fecundidad a la luz de los misterios de la Creación y de la Redención[124].El trabajo, reconocido como expresión de la persona, se vuelve fuente de sentido y esfuerzo creador. El cristiano preferirá siempre la vía del diálogo y del acuerdo. Ha vuelto sobre el tema en otras ocasiones. Esta es la naturaleza profunda del pecado: el hombre se desgaja de la verdad poniendo su voluntad por encima de ésta. Lo ha hecho mediante innumerables obras de beneficencia que siempre y en todo lugar continúan siendo indispensables[103]. [134] Cf. La separación entre Evangelio y cultura es un drama, del que los problemas evocados son la triste prueba. Se busca una falsa liberación de las coacciones de la sociedad recurriendo a la droga, que conduce a muchos jóvenes en todo el mundo a la autodestrucción y deja familias enteras en la angustia y el dolor. Conviene ciertamente distinguir bien entre progreso terreno y crecimiento del Reino, ya que no son del mismo orden. Principio de subsidiariedad Se refiere a la protección a las sociedades intermedias, especialmente a la familia. Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, n. 6: AAS 73, 1981, 589-592. 12. Reafirma el Decálogo poniéndolo en relación con la caridad, que es su verdadera plenitud[65]. La tradición cristiana, en los Padres y Doctores de la Iglesia, ha explicitado esta doctrina de la Escritura sobre el pecado. Por ello, la Iglesia, atenta a las angustias de nuestro tiempo, indica las vías de una cultura en la que el trabajo se pueda reconocer según su plena dimensión humana y donde cada ser humano pueda encontrar las posibilidades de realizarse como persona. [54] Cf. «Los pobres son evangelizados» (Mt 11, 5): Jesús, citando las palabras del Profeta, [51]manifiesta su acción mesiánica en favor de quienes esperan la salvación de Dios. El hombre no tiene su origen en su propia acción individual o colectiva, sino en el don de Dios que lo ha creado. Las capacidades liberadoras de la ciencia, de la técnica, del trabajo, de la economía y de la acción política darán sus frutos si encuentran su inspiración y su medida en la verdad y en el amor, más fuertes que el sufrimiento, que Jesucristo ha revelado a los hombres. [125] Cf. Pablo VI, Encíclica Populorum progressio , n. 55: AAS 59, 1967, 284. Todo hombre, hallado digno ante el tribunal de Cristo por haber hecho, con la gracia de Dios, buen uso de su libre albedrío, obtendrá la felicidad[80]. Sólo en sentido derivado y secundario se aplica a las estructuras y se puede hablar de «pecado social»[113]. En esta voluntad de ser un dios y de someterlo todo a su propio placer se esconde una perversión de la idea misma de Dios. Sin embargo, procura que esta misión no sea absorbida por las preocupaciones que conciernen el orden temporal, o que se reduzca a ellas. El Espíritu está presente en la maduración de una conciencia más respetuosa de la dignidad de la persona humana[7]. Entre ambos documentos existe una relación orgánica. Al menos desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia es plenamente consciente de estas tres verdades fundamentales que definen la naturaleza de la DSI: «La misión propia que Cristo confió a su Iglesia no es de orden político, económico o social. 36. La praxis cristiana de la liberación. Su función es promover y proteger la vida cultural de todos, incluso la de las minorías[137]. Primero la familia y luego el estado El término subsidiariedad y su expresión sinónima «la acción subsidiaria» han sido introducidos por la Doctrina Social de la Iglesia a partir de Pío XI, dando una acepción nueva al adjetivo «subsidiario» y a su sustantivo matriz «subsidio». [58] Cf. De este modo, la doctrina social de la Iglesia se opone a todas las formas de colectivismo. Asegura —sobre todo con la separación real entre los poderes del Estado— el ejercicio de los derechos del hombre, protegiéndoles igualmente contra los posibles abusos por parte de los poderes públicos. Gén 3, 16-19; Rom 5, 12; 7, 14-24; Pablo VI, Sollemnis professio fidei, 30 de junio de 1968, n. 16: AAS 60, 1968, 439. Constituye uno de los fundamentos de la doctrina social de la Iglesia. Sus miembros son conscientes de sus flaquezas y de sus retrasos en esta búsqueda. Su constitución jerárquica estaría opuesta a la igualdad; su Magisterio estaría opuesto a la libertad de pensamiento. En realidad, sin la resurrección de los muertos y el juicio del Señor, no hay justicia en el sentido pleno de la palabra. La Iglesia lo hace en virtud de su apertura misionera para la salvación integral del mundo, en el respeto de la identidad de cada pueblo y nación. Por ello, la creación de puestos de trabajo es una tarea social primordial que han de afrontar los individuos y la iniciativa privada, e igualmente el Estado. Pío XI, Encíclica Quadragesimo anno, n. 72: AAS 23, 1931, 200; Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, n. 19: AAS 73, 1981, 625-629. 29. El Espíritu que habita en nuestros corazones es la fuente de la verdadera libertad. Sin esta referencia al Evangelio se hace incomprensible la historia de los últimos siglos en Occidente. Rom 6, 4; 2 Cor 5, 17; Col 3, 9-11. De aquí se derivan inevitablemente los desórdenes que afectan la esfera familiar y social: permisivismo sexual, injusticia, homicidio. Sin embargo, piensa que, ante todo, hay que apelar a las capacidades espirituales y morales de la persona y a la exigencia permanente de conversión interior, si se quiere obtener cambios económicos y sociales que estén verdaderamente al servicio del hombre. × Close Log In. Se trata de una lucha noble y razonada en favor de la justicia y de la solidaridad social[115]. No obstante, esta distinción no supone una separación, pues la vocación del hombre a la vida eterna no suprime sino que confirma su deber de poner en práctica las energías y los medios recibidos del Creador para desarrollar su vida temporal[82]. 23. El centro de la experiencia cristiana de la libertad está en la justificación por la gracia de la fe y de los sacramentos de la Iglesia. or reset password. El hombre pertenece a diversas comunidades: familiar, profesional, política; y en su seno es donde debe ejercer su libertad responsable. Juan XXIII, Encíclica Pacem in terris, nn. [3] Se dedica al combate contra la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación.Habilita a personas con menos recursos a participar en los asuntos que afectan directamente sus vidas e intercede por ellos … Los esfuerzos desplegados han llevado a notables resultados. Reconciliados con Él [56] y recibiendo la paz de Cristo que el mundo no puede dar[57], estamos llamados a ser en medio de los hombres artífices de paz[58]. 132, 133: AAS 53, 1961, 437. La función del Estado es subsidiaria; su papel es el de garantizar, proteger, promover y suplir. [20] Cf. Responsable: ITEPACoordinadora: Magaly Becerra G.Producción: Juan Pablo Beca FreiEdición: ITEPA [42] Cf. La tarea educativa pertenece fundamental y prioritariamente a la familia. Otro principio relacionado con la vida social es la solidaridad. La Iglesia, dócil al Espíritu, avanza con fidelidad por los caminos de la liberación auténtica. Por ello, tanto en uno como en otro campo, el laico —fiel y ciudadano a la vez— debe dejarse guiar constantemente por su conciencia cristiana[122]. [111] Cf. Un trabajador es la persona física que con la edad legal mínima presta servicios retribuidos subordinados a otra persona, a una empresa o institución. Jn 10,9) que hemos cruzado durante el … Pero la intervención humana no es «creadora»; encuentra ya una naturaleza material que, como ella, tiene su origen en Dios Creador y de la cual el hombre ha sido constituido «noble y sabio guardián»[24]. La espera vigilante y activa de la venida del Reino es también la de una justicia totalmente perfecta para los vivos y los muertos, para los hombres de todos los tiempos y lugares, que Jesucristo, constituido Juez Supremo, instaurará[84]. También por ello, los oprimidos por la miseria son objeto de un amor de preferencia por parte de la Iglesia que, desde los orígenes, y a pesar de los fallos de muchos de sus miembros, no ha cesado de trabajar para aliviarlos, defenderlos y liberarlos. GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA.indd 1 4/16/12 10:23:05 AM GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA.indd 2 4/16/12 10:23:07 AM GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA.indd 3 4/16/12 10:23:08 AM Universidad Na Habla pues, con razón, de la «servidumbre del pecado» y de la «esclavitud de la ley», ya que para el hombre pecador la ley, que él no puede interiorizar, le resulta opresora. Este es el «mandamiento nuevo» para los discípulos. El sentido de la fe, tan vivo en los pequeños, sabe reconocer a simple vista toda la riqueza a la vez soteriológica y ética del Magnificat[48]. De estos dos preceptos penden toda la Ley y los Profetas» (Mt 22, 39-40). Pero las promesas divinas de liberación y su victorioso cumplimiento en la muerte y en la resurrección de Cristo, son el fundamento de la «gozosa esperanza» de la que la comunidad cristiana saca su fuerza para actuar resuelta y eficazmente al servicio del amor, de la justicia y de la paz. La naturaleza dual de "lo" como artículo y como pronombre, su género neutro y su origen etimológico dificultan la clasificación de la forma lo ante sintagmas adjetivales, sintagmas preposicionales y oraciones subordinadas introducidas por "que". La historia humana, marcada por la experiencia del pecado, nos conduciría a la desesperación, si Dios hubiera abandonado a su criatura. Hay que poner muy de relieve que el sentido de la fe de los pobres, al mismo tiempo que es una aguda percepción del misterio de la cruz redentora, lleva a un amor y a una confianza indefectible hacia la Madre del Hijo de Dios, venerada en numerosos santuarios. Se proponía darle el valor y la audacia de servirse de su razón sin que el temor lo frenara ante las fronteras de lo desconocido. Los principios fundamentales y los criterios de juicio inspiran directrices para la acción. Para comprender esto, muchos de nuestros contemporáneos deben descubrir nuevamente el sentido del pecado. a) Al alba del tercer milenio 1 La Iglesia, pueblo peregrino, se adentra en el tercer milenio de la era cristiana guiada por Cristo, el « gran Pastor » (Hb 13,20): Él es la Puerta Santa (cf. Password. Este tema ha sido también tratado en el Sínodo de los Obispos en 1971 y 1974. El principiode participación. El hombre, al pecar, pretende liberarse de Dios. Pero el hombre se topa sobre todo con los límites de su propia naturaleza: quiere más de lo que puede. La respuesta espontánea a la pregunta «¿qué es ser libre?» es la siguiente: es libre quien puede hacer únicamente lo que quiere sin ser impedido por ninguna coacción exterior, y que goza por tanto de una plena independencia. 18. La Iglesia y las inquietudes del hombre. Hoy el control puede alcanzar hasta la intimidad de los individuos; y las dependencias creadas por los sistemas de prevención pueden representar también amenazas potenciales de opresión. La Iglesia, fiel a su propia finalidad, irradia la luz del Evangelio sobre las realidades terrenas, de tal manera que la persona humana sea curada de sus miserias y elevada en su dignidad. Tal participación puede revestir formas diversas; es necesaria para garantizar un justo pluralismo en las instituciones y en las iniciativas sociales. En Cristo podemos vencer el pecado, y la muerte ya no nos separa de Dios; ésta será destruida finalmente en el momento de nuestra resurrección, a semejanza de la de Jesús[59]. ?n XIII a Juan Pablo II. A este respecto, conviene recordar la grave responsabilidad moral y política de los intelectuales. [37] Cf. Partiendo de todas las formas de pobreza, de injusticia sufrida, de aflicción, los «justos» y los «pobres de Yavé» elevan hacia Él su súplica en los Salmos[42]. 280; Documento de la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla, n. 476. Lo hacemos en comunión con todas las Iglesias Particulares presentes en América. Prueba de ello es la corrupción que, en ciertos países, alcanza a los dirigentes y a la burocracia del Estado, y que destruye toda vida social honesta. Ocultar / Mostrar comentarios . Se manifiesta pues como una liberación ante el mal moral. Ambigüedades del proceso moderno de liberación. Pretende encontrar su centro y su unidad en si mismo. Las personas son los sujetos activos y responsables de la vida social[109]. San Agustín, Ad Macedonium, II, 7-17: PL 33, 669-673; CSEL 44, 437-447. En este conjunto de leyes, el amor a Dios sobre todas las cosas [35] y al prójimo como a sí mismo [36] constituye ya el centro. 46: AAS 59, 1967, 262-263. Existe una exigencia de orden moral que se ha expresado en la formulación de los derechos del hombre. De aquí se deriva la exigencia de la promoción y difusión de la educación, a la que cada uno tiene un derecho inalienable. La liberación, en su primordial significación que es soteriológica, se prolonga de este modo en tarea liberadora y exigencia ética. Esta es la primera confesión de nuestra fe, que viene a confirmar las más altas intuiciones del pensamiento humano. En virtud del primero, el hombre debe contribuir con su semejantes al bien común de la sociedad, a todos los niveles[110]. ... importantes, en realidad son las más necesarias (cfr. Mt 24, 29-44. Instrucción Libertatis nuntius, XI, 10: AAS 76, 1984, 901. [138] Cf. Propuestas analíticas y resultados de investigación a partir del caso chileno. Así nuestra época ha visto surgir los sistemas totalitarios y unas formas de tiranía que no habrían sido posibles en la época anterior al progreso tecnológico. En efecto, en ella contemplamos la victoria del amor divino que ningún obstáculo puede detener y descubrimos a qué sublime libertad Dios eleva a los humildes. Con objeto de reforzar el principio de seguridad jurídica, sin alterar la intención inicial del legislador, y en consonancia con lo dispuesto en los apartados 1 y 4 de la disposición transitoria única, se estima necesario modificar la redacción de su apartado 3 para aclarar que la retroactividad que la ley contempla se refiere sólo a los expedientes que a 27 de julio de 2005 … 32. Existe un criterio ético cuyas exigencias no se deben rehuir. Lejos pues de menospreciar o de querer suprimir las formas de religiosidad popular que reviste esta devoción, conviene por el contrario purificar y profundizar toda su significación y todas sus implicaciones[15]. De todos modos, es verdad que las estructuras instauradas para el bien de las personas son por sí mismas incapaces de lograrlo y de garantizarlo. En este contexto es donde debe apreciarse el interés de la Ley Bíblica por los pobres, los desheredados, la viuda y el huérfano; a ellos se debe la justicia según la ordenación jurídica del Pueblo de Dios[38]. San Agustín, De Civitate Dei, XIV, 28: PL 41, 435; CSEL 40/2, 56-57; CCL 14/2, 451-452. Incluso un profano en materia económica sabe lo suficiente como para afirmar que, a partir de la primera mitad de los años 90, todos los sistemas de bienestar europeos han tenido que afrontar la transformación, profunda y a veces confusa, del contexto social en el que se habían desarrollado. Aparecen ya unas señales que anticipan la gloria futura. CAPÍTULO I - SITUACIÓN DE LA LIBERTAD EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO, I. Conquistas y amenazas del proceso moderno de liberación. 1. Entre los componentes sociales del cambio global se incluyen los efectos laborales de algunas innovaciones tecnológicas, la exclusión social, la inequidad en la disponibilidad y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas formas de agresividad social, el … La conquista de la libertad constituía así el objetivo perseguido a través del desarrollo de la ciencia y de la técnica. 10. Éste es un principio importante de la interpretación bíblica, que tiene en cuenta que el Espíritu Santo no inspiró sólo una parte, sino la Biblia entera, y que en … Lo hacemos en comunión con todas las Iglesias Particulares presentes en América. Los graves problemas socio—económicos que hoy se plantean, no pueden ser resueltos si no se crean nuevos frentes de solidaridad: solidaridad de los pobres entre ellos, solidaridad con los pobres, a la que los ricos son llamados, y solidaridad de los trabajadores entre sí. [108] Cf. Saben que la Palabra de Jesús se dirige igualmente a ellos: «Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre, os lo he dado a conocer» (Jn 15, 15). Enseñó el desprendimiento de las riquezas de la tierra para mejor desear las del cielo[97]. [133] Cf. Según la tradición, la historia de la Iglesia católica comienza en el año 33 1 con Jesucristo y sus enseñanzas (c. 4 a. C. - c. 30 d. C.) y la Iglesia es una continuación de la comunidad cristiana primitiva establecida por los discípulos de Jesús. En virtud del segundo, ni el Estado ni sociedad alguna deberán jamás substituir la iniciativa y la responsabilidad de las personas y de los grupos sociales intermedios en los niveles en los que éstos pueden actuar, ni destruir el espacio necesario para su libertad[111]. El primer fundamento de la enseñanza social católica es el mandamiento de Jesús de amar: Ama a Dios sobre todas las cosas y ama a tu prójimo como te amas a ti mismo. Lo contrario de la libertad sería así la dependencia de nuestra voluntad ante una voluntad ajena. Jn 10,9) que hemos cruzado durante el … 68; Santa Sede, Carta de los derechos de la familia, art. Esta doctrina debe inspirar reformas antes de que sea demasiado tarde. Lo hemos hecho como pastores que queremos seguir impulsando la acción evangelizadora de la Iglesia, llamada a hacer de todos sus miembros discípulos y misioneros de Cristo, Camino, Verdad y Vida para que nuestros pueblos tengan vida en Él. San Pablo proclama el don de la Ley nueva del Espíritu en oposición a la ley de la carne o de la concupiscencia que inclina al hombre al mal y lo hace incapaz de escoger el bien[63]. [117] Cf. Esta esperanza no debilita el compromiso en orden al progreso de la ciudad terrena, sino por el contrario le da sentido y fuerza. Los 7 principiosde la doctrina social de la iglesia El principiodel bien común. Así la búsqueda de la libertad y la aspiración a la liberación, que están entre los principales signos de los tiempos del mundo contemporáneo, tienen su raíz primera en la herencia del cristianismo. 1245. Así es como el apóstol Pablo describe al mundo pagano, llevado por la idolatría a las peores aberraciones que arruinan al individuo y a la sociedad[28]. CAPÍTULO III LIBERACIÓN Y LIBERTAD CRISTIANA. El fin directo de esta reflexión en profundidad es la elaboración y la puesta en marcha de programas de acción audaces con miras a la liberación socio-económica de millones de hombres y mujeres cuya situación de opresión económica, social y política es intolerable. Por ello, es «raíz de cultura»[88]. Su visión moral en esta materia « se apoya en las tres piedras angulares fundamentales de la dignidad humana, la solidaridad y la subsidiariedad » [202] . Las máquinas de muerte que se enfrentan hoy son capaces de destruir toda la vida humana sobre la tierra. Así, a la dimensión soteriológica de la liberación se añade su dimensión ética. Por nuestro servicio y nuestro amor, así como por el ofrecimiento de nuestras pruebas y sufrimientos, participamos en el único sacrificio redentor de Cristo, completando en nosotros «lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su Cuerpo, que es la Iglesia» (Col 1, 14), mientras esperamos la resurrección de los muertos. El hombre trata entonces de apoyarse solamente sobre sí, quiere realizarse y ser suficiente en su propia inmanencia[30]. Siguiendo a su Señor que «vino al mundo para salvar a los pecadores» (1 Tim 1, 15), la Iglesia quiere la salvación de todos los hombres. No es pues la liberación la que, por sí misma, genera la libertad del hombre. Principios de la doctrina social de la Iglesia Esta preocupación de la Iglesia se concreta en valores que sirven de base para la actuación social. El principio de subsidiariedad en el plano mundial. Por esto, so pena de destruirse, el hombre debe aprender a que la voluntad concuerde con su naturaleza. La doctrina social de la Iglesia no propone ningún sistema particular, pero, a la luz de sus principios fundamentales, hace posible, ante todo, ver en qué medida los sistemas existentes resultan conformes o no a las exigencias de la dignidad humana. La Instrucción «Libertatis nuntius» sobre algunos aspectos de la teología de la liberación anunciaba la intención de la Congregación de publicar un segundo documento, que pondría en evidencia los principales elementos de la doctrina cristiana sobre la libertad y la liberación. Por encima de todo, ponen su confianza en Yavé a quien encomiendan su propia causa[43]. La rectitud de costumbres es condición para la salud de la sociedad. Sin embargo, la inculturación no es simple adaptación exterior, sino que es una transformación interior de los auténticos valores culturales por su integración en el cristianismo y por el enraizamiento del cristianismo en las diversas culturas humanas[142]. 12. Está subordinado al principio superior del destino universal de los bienes[131]. Son pilares fundamentales de nuestra convivencia y verdadera garantía para que el abuso del Estado no entre en la vida privada y en la actividad pública de los ciudadanos y las familias. 14: AAS 73, 1981, 605-608. 69. De ello depende en gran parte la paz del mundo[135]. Finalmente y sobre todo, el movimiento moderno de liberación debía aportar al hombre la libertad interior, bajo forma de libertad de pensamiento y libertad de decisión. Las Bienaventuranzas, a partir de la primera, la de los pobres, forman un todo que no puede ser separado del conjunto del Sermón de la Montaña[89]. [7] Cf. Pero la justicia que debe regular las relaciones entre los hombres, y el derecho que es su expresión jurídica, pertenecen también a la trama más característica de la Ley bíblica. El desconocimiento culpable de Dios desencadena las pasiones, que son causa del desequilibrio y de los conflictos en lo intimo del hombre. 31. a) Al alba del tercer milenio 1 La Iglesia, pueblo peregrino, se adentra en el tercer milenio de la era cristiana guiada por Cristo, el « gran Pastor » (Hb 13,20): Él es la Puerta Santa (cf. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 25. Pero el Señor Jesús le ha confiado la palabra de verdad capaz de iluminar las conciencias. No obstante, la prioridad reconocida a la libertad y a la conversión del corazón en modo alguno elimina la necesidad de un cambio de las estructuras injustas. De Él, que es «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6), la Iglesia recibe lo que ella ofrece a los hombres. Los discípulos de Cristo han reconocido siempre en los dones presentados sobre el altar, un don ofrecido a Dios mismo. ¿Por qué esta historia, a pesar de las grandes conquistas, por lo demás siempre frágiles, sufre recaídas frecuentes en la alienación y ve surgir nuevas servidumbres? [131] Cf. De ese modo, se desconocían las profundidades de esta libertad y de sus exigencias. El principiode subsidiaridad. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 40, par. El sentido de la fe, que es el origen de una experiencia radical de la liberación y de la libertad, ha impregnado, en grado diverso, la cultura y las costumbres de los pueblos cristianos. El texto entre paréntesis, fue declarado EXEQUIBLE en la misma Sentencia, siempre que se entienda que, en los procesos de investigación de la paternidad o maternidad y de impugnación de la paternidad o maternidad, le corresponde al juez del proceso, en cada caso concreto, determinar a la luz del principio de interés superior del menor y de las circunstancias … El pueblo que ha sido reducido así a la impotencia, no ha hecho más que cambiar de dueños. Por esto la Congregación para la Doctrina de la Fe ha juzgado necesario llamar la atención sobre «las desviaciones y los riesgos de desviación, ruinosos para la fe y para la vida cristiana»[1]. Al oponerlos entre sí, se desnaturaliza el amor y la justicia a la vez. Esta verdad que viene de Dios tiene su centro en Jesucristo, Salvador del mundo[4]. A la luz del Evangelio, un buen número de leyes y de estructuras parecen que llevan la marca del pecado y prolongan su influencia opresora en la sociedad. Dimensiones sociales del hombre y gloria de Dios. LXII, 2006: 48-72. Primero la familia y luego el estado El término subsidiariedad y su expresión sinónima «la acción subsidiaria» han sido introducidos por la Doctrina Social de la Iglesia a partir de Pío XI, dando una acepción nueva al adjetivo «subsidiario» y a su sustantivo matriz «subsidio». [3] Se dedica al combate contra la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación.Habilita a personas con menos recursos a participar en los asuntos que afectan directamente sus vidas e intercede por ellos … Constituye el fin primario de la organización social. Según la Rerum novarum y la doctrina social de la Iglesia, la socialidad del hombre no se agota en el Estado, sino que se realiza en diversos grupos intermedios, comenzando por la familia y siguiendo por los grupos económicos, sociales, políticos y culturales, los cuales, como provienen de la misma naturaleza humana, tienen su propia autonomía, sin salirse del ámbito … ¿Cómo impedir que el poder tecnológico se convierta en una fuerza de opresión de grupos humanos o de pueblos enteros? Cristo Jesús, de rico se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos mediante su pobreza[95]. Pablo VI, Carta Apostólica Octogesima adveniens, n. 4: AAS 63, 1971, 403-404; Juan Pablo II, Discurso inaugural de Puebla, III, 7: AAS 71, 1979, 203. A la luz de este mandamiento, el apóstol Santiago recuerda severamente a los ricos sus deberes[74], y San Juan afirma que quien teniendo bienes de este mundo y viendo a su hermano en necesidad le cierra su corazón, no puede permanecer en él la caridad de Dios[75]. En realidad, la libertad humana toma su sentido y consistencia de Dios y por su relación con Él. Es verdad que, para entender adecuadamente el sentido del mensaje central de un texto, es necesario ponerlo en conexión con la enseñanza de toda la Biblia, transmitida por la Iglesia. Afirma claramente que éste vale más por lo que es que por lo que posee. Este amor viene de Dios y vuelve a Dios. [26] Cf. Principios de la Doctrina Social de la Iglesia 1- Principio de la dignidad de la persona humana Como católicos, por supuesto que muchos sentimos la necesidad de proteger la vida humana a toda costa. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 42, par. La transfiguración de la Iglesia, obrada por Cristo resucitado, al llegar al final de su peregrinación, no anula de ningún modo el destino personal de cada uno al término de su vida. Cuando la Iglesia hace esa llamada, es consciente de que esto le concierne de una manera muy particular. El hombre siente la llamada de su Creador mediante la inclinación y la aspiración de su naturaleza hacia el Bien, y más aún mediante la Palabra de la Revelación, que ha sido pronunciada de una manera perfecta en Cristo. De aquí se desprende la exigencia de una participación que, por encima de la repartición de los frutos del trabajo, deberá comportar una verdadera dimensión comunitaria a nivel de proyectos, de iniciativas y de responsabilidades[130]. El hecho de que este mantenga en una situación de marginación a amplios sectores de la población, y principalmente de la juventud, es algo intolerable. Un trabajador es la persona física que con la edad legal mínima presta servicios retribuidos subordinados a otra persona, a una empresa o institución. Libertad del hombre y dominio de la naturaleza, 34. Atestigua que esa dignidad no puede ser destruida cualquiera que sea la situación de miseria, de desprecio, de rechazo, o de impotencia a la que un ser humano se vea reducido. [127] Cf. Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 37. Estas prestan un servicio público y tienen, por consiguiente, el derecho a ser ayudadas económicamente[138]. 10. La solidaridad es una exigencia directa de la fraternidad humana y sobrenatural. Los discípulos de Jesús, con el desprendimiento de las riquezas que permite compartir con los demás y abre el Reino[104], dieron testimonio mediante el amor a los pobres y desdichados, del amor del Padre manifestado en el Salvador. Pretende ser un dios, cuando quiere codiciarlo todo y poderlo todo y con ello, olvidar que es finito y creado. «Seréis como dioses» (Gén 3, 5). La fuerza liberadora del conocimiento científico se manifiesta en las grandes realizaciones tecnológicas. V. La Iglesia Pueblo de Dios de la Nueva Alianza. Si su edad es menor a la legal establecida, puede considerarse trabajo infantil y puede ser ilegal a menos que tenga, en ciertos casos, permiso de sus padres o tutores. Estos principios deben ser especialmente aplicados en el caso extremo de recurrir a la lucha armada, indicada por el Magisterio como el último recurso para poner fin a una «tiranía evidente y prolongada que atentara gravemente a los derechos fundamentales de la persona y perjudicara peligrosamente al bien común de un país»[119]. Las Bienaventuranzas leídas e interpretadas en todo su contexto, expresan el espíritu del Reino de Dios que viene. Dios quiere ser adorado por hombres libres. Con demasiada frecuencia la cultura degenera en ideología y la educación se transforma en instrumento al servicio del poder político y económico. × Close Log In. La subsidiaridad en la Doctrina Social de la Iglesia Católica. La liberación según el espíritu del Evangelio es, por tanto, incompatible con el odio al otro, tomado individual o colectivamente, incluido el enemigo. 75. Cuando las autoridades políticas regulan el ejercicio de las libertades, no han de poner como pretexto exigencias de orden público y de seguridad para limitar sistemáticamente estas libertades. [143] Cf. Ha sido explicado por primera vez por el Papa Pío XI en su carta encíclica Quadragesimo Anno. El amor que guía el compromiso debe, ya desde ahora, generar nuevas solidaridades. El Compendio de la doctrina social de la Iglesia y el Catecismo de la Iglesia católica la definen como: "cuerpo doctrinal renovado, que se va … En el umbral del Nuevo Testamento, los «pobres de Yavé» constituyen las primicias de un «pueblo humilde y pobre» que vive en la esperanza de la liberación de Israel[46]. El principio de reserva eclesiástica le obligaba a abdicar en lugar de forzar la conversión de sus súbditos (la reserva sólo fue tolerada por los príncipes protestantes porque la Declaratio Ferdinandea les aseguró que las ciudades y haciendas ya reformadas en territorios espirituales no serían convertidas por la fuerza ni forzadas a emigrar), pero se declaró en paridad religiosa … ... importantes, en realidad son las más necesarias (cfr. Por este motivo, la vida social, en la variedad de sus formas y en la medida en que se conforma a la ley divina, constituye un reflejo de la gloria de Dios en el mundo[22]. Por ello su corazón es víctima de la inquietud. En ello está la raíz de las tragedias que acompañan la historia moderna de la libertad. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Reconciliatio et paenitentia, n. 13: AAS 77, 1985, 208-211. 2199 El cuarto mandamiento se dirige expresamente a los hijos en sus relaciones con sus padres, porque esta relación es la más universal. La Buena Nueva anunciada a los pobres. No toca a los Pastores de la Iglesia intervenir directamente en la construcción política y en la organización de la vida social. La alimentación está garantizada a un número de personas cada vez mayor. Instrucción Libertatis nuntius, IV, 9: AAS 76, 1984, 884. Unas relaciones de trabajo justas prefigurarán un sistema de comunidad política apto a favorecer el desarrollo integral de toda la persona humana. Declaración Gravissimum educationis, nn. El principio de subsidiariedad en el plano mundial. 1 Cor 12, 22). Mt 8, 16; 14, 13-21; Jn 13, 29. de Cesárea de Numidia Secretario. [136] Cf. [142] Cf. El hombre, por su dimensión corporal, tiene necesidad de los recursos del mundo material para su realización personal y social. Esta gracia nos libera del pecado y nos introduce en la comunión con Dios. De ahí que el Estado Contemporá-neo se presenta ante los ojos del estu-dioso, del investigador, del analista, como una realidad elemental y miste-riosa. + ALBERTO BOVONE Arzobispo tit. 33. [2] Cf. La alienación, respecto a la verdad de su ser de creatura amada por Dios, es la raíz de todas las demás alienaciones. En la Doctrina social de la Iglesia se entiende por principio de subsidiariedad el principio en virtud del cual el Estado solo debe ejecutar una labor orientada al bien común cuando advierte que los particulares o los organismos intermedios no la realizan adecuadamente, sea por imposibilidad o sea por cualquier otra razón. Cf. [141] Cf. Sin embargo, San Pablo reconoce que la Ley conserva su valor para el hombre y para el cristiano puesto que «es santa, y el precepto santo, justo, y bueno» (Rom 7, 12)[64]. La experiencia de nuestra reconciliación con el Padre es fruto del Espíritu Santo. Pero el amor que impulsa a la Iglesia a comunicar a todos la participación en la vida divina mediante la gracia, le hace también alcanzar por la acción eficaz de sus miembros el verdadero bien temporal de los hombres, atender a sus necesidades, proveer a su cultura y promover una liberación integral de todo lo que impide el desarrollo de las personas.